Pilates Integral como terapia complementaria en el tratamiento de abuso sexual infantil.
Cada vez es más común escuchar en los medios de comunicación sobre esta lamentable forma de violencia, el abuso sexual, sea este ejercido contra adultos o contra niños y niñas… Pareciera ser que existe un lamentable boom de este tipo de situaciones que nos hacen preguntarnos qué sucede con nuestra sociedad.
Sin embargo debemos caer en cuenta que esta temática es visible gracias a la rapidez y conectividad con qué actualmente nos informarnos, además del aumento de las denuncias de este tipo de hechos en los últimos años: gracias a la valentía que han tenido sus víctimas para mostrarnos lo que realmente ha estado sucediendo… Sin embargo la violencia sexual ejercida contra –principalmente- mujeres de todas las edades, niños y niñas constituye una práctica instalada, naturalizada y muchas veces invisibilizada, presente en la historia de la humanidad trascendiendo las diferentes culturas: no debemos olvidar la violencia sexual como arma en los conflictos militares y guerras, su uso como método de control y sometimiento en sociedades dogmáticas y religiosas en diversas latitudes, o simplemente motivada por el ejercicio de poder del agresor quien se siente con el derecho y la superioridad de agredir a su víctima, muchas veces amparado en los mitos y creencias que ha impuesto el patriarcado.
Particularmente, en el último tiempo, la sociedad chilena se ha visto remecida por el destape de situaciones de larga data – como el caso Karadima, Lavandero y otros- en que niños y niñas de diversas edades debieron verse expuestos a estas formas de violencia, de manera crónica y recurrente, demostrándonos que el abuso sexual infantil no excluye clase social ni credo, y que sin duda alguna afecta irremediablemente la vida de quienes lo viven, estableciendo obstáculos en diferentes ámbitos para su pleno desarrollo y bienestar físico, mental y emocional.
Si bien sufrir este tipo de violencia de forma crónica o unepisódica genera un importante daño en todo ámbito de la persona por el nivel de transgresión a la intimidad y coerción a la que se expuesto, cabe poner mayor atención cuando las víctimas han sido niños, niñas o adolecentes quienes por su etapa vital cuentan con menores recursos para defenderse, evitar o salir de las relaciones abusivas, provocando una sensación de desamparo respecto de sus principales apegos y alta vulnerabilidad.
Es a raíz de la emergencia mediática en las dos últimas décadas, que se inician diferentes campañas organizadas por entidades públicas y privadas para sensibilizar al mundo adulto y prevenir que niños y niñas sean víctimas de abuso sexual en cualquier contexto. También a raíz de ello y del aumento de las denuncias que se logra hacer de ésta problemática una cuestión social, logrando abrirse diferentes centros a lo largo del país que abordan la temática y entregan terapias gratuitas a niños y adultos que han sufrido abuso sexual en su niñez, con el propósito de reparar el daño y ayudarlos a elaborar el trauma… ¿Qué quiere decir esto? lograr que el abuso no interfiera en el camino del sobreviviente, que se recuerde no que se reviva.
Sin embargo este objetivo parece más bien escueto. Por su parte Barudy, así como otros autores en la materia señalan que todos los esfuerzos terapéuticos utilizados para sanar (no reparar) el daño y estigma con que vive un sobreviviente de abuso sexual infantil, han dado resultado cuando éste puede celebrar la vida. Si bien este no es un propósito instalado en la política pública, si vale la pena que todos quienes nos hemos relacionados con sobrevivientes de este tipo de violencia y queramos contribuir en su proceso de sanación, mantengamos esta meta en nuestro horizonte: celebrar la vida, para ello, todos los recursos que permitan sacar una sonrisa son valiosos.
Sostengo que el Pilates Integral conforma una disciplina que podría complementar de forma efectiva y beneficiosa la terapias en sobrevivientes de abuso sexual infantil, no solo por su dimensión corporal, física, no solo porque permite ejercitarse, sino por logra reunir en su práctica cuerpo-mente-alma, justamente lo que el abuso sexual afecta, la integridad y conexión entre estos tres ámbito. Parece concordante que lo que desde el cuerpo se ha dividido, desde el cuerpo pueda reunirse.
Pilates Integral cuenta con una serie de recursos que permitirían adaptar el trabajo al ritmo de cada sobreviviente, revalidad y encontrar su propio ritmo no uno impuesto por alguien más, permitiría redescubrir inicialmente el cuerpo y luego las sensaciones, dolores, esfuerzos, tensiones y ritmos integrando las emociones, el equilibrio y el control… Reintegrando… Contribuyendo a la completitud e integridad necesarias para que un sobreviviente comience a celebrar la vida.
DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE ABUSO
El abuso sexual es una lamentable agresión en la que se transgrede la intimidad de una persona, donde el agresor hace uso de una desigualdad de poder respeto de él y su víctima, recurriendo al uso de chantaje, manipulación o la fuerza para acceder a ella agrediendo su cuerpo, despojándola de su capacidad de elección, de su dignidad e incluso en el caso de niños y niñas, de su inocencia.
Si bien es posible vivir esta forma de violencia en cualquier etapa de vida, provocando cambios dramáticos que afectan el proceso de desarrollo normal a nivel físico, emocional, conductual, relacional, cognitivo y espiritual, ocasionado crisis vitales en cualquier edad en que se viva, durante este ensayo nos referiremos a los sobrevivientes de abuso sexual infantil, quienes han debido vivir durante su niñez y/o adolescencia este tipo de agresiones.
Cuando el abuso sexual afecta a niños y niñas, se caracteriza por ser ejercido en el contexto más próximo al pequeño, desarrollándose muchas veces en el espacio familiar; generalmente no constituye un evento único, por el contrario, inicia como un proceso de acercamiento en que el agresor, generalmente un adulto, busca ganarse la confianza del niño buscando volverse un adulto especial, doblegando los mecanismos de defensa y rescribiendo limites que hagan cada vez más vulnerable al pequeño, para luego ejercer acciones que constituyen un abuso propiamente. Al contrario del mito estos agresores no usan la fuerza, por contrario se utiliza mayormente la seducción, el chantaje emocional y la amenaza para llevar a cabo esta forma violencia.
Por otra parte, el niño o niña que está siendo víctima, no solo se ve afectado por el abuso mismo, sino por la imposibilidad de salir de la situación abusiva, muchas veces de acuerdo a su etapa evolutiva, no saben siquiera nombrar que les han hecho, o las partes de su cuerpo que han sido afectadas, sienten una fuerte culpa por la situación que han vivido y la imposibilidad de develar la situaciones por miedo a no ser creídos o por encontrarse bajo amenazas que son irreales pero por su edad no logran comprender.
Esta situación genera una sensación de alta vulnerabilidad y desamparo en los niños, que los mantienen paralizados, en un limbo emocional y conductual que comienza a expandirse y afectar diferentes áreas de la vida y la cotidianidad de acuerdo a la etapa evolutiva en que los pequeños se encuentran y los recursos con que cuentan en su contexto más próximo. Muchas veces estas situaciones se extienden en el tiempo hasta que el niño o niña crece y el adulto por temor, o al ver mayor claridad en ellos, deja de cometer el abuso arrastrando el sobreviviente su historia en silencio. En otras oportunidades, para beneficio de los niños, otra persona se da cuenta y logra detener la situación, provocando la interrupción del abuso, poniendo en resguardo al niño o niña, asegurando nuevamente un espacio de seguridad, contención y protección para continuar el tránsito por su niñez a salvo.
Efectos en los sobrevivientes
En ambos casos, el haberse encontrado expuesto a una forma de violencia como esta, impacta en el desarrollo y la forma como el sobreviviente mira, se adapta y configura su mundo. Los efectos del abuso sexual infantil son variados, dependiendo de la cronicidad, el contexto y los recursos resilientes –las fortalezas- que cada niño o niña puede haber desarrollado y desplegado previamente; así también será significativa la credibilidad, el apoyo familiar, y la no exposición a situaciones de revictimización.
En cuanto a los efectos del abuso sexual infantil, se pueden diferenciar en:
Corto Plazo – Largo Plazo – Físicas
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Trastornos del sueño
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Pesadillas recurrentes
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Cambios de hábitos de comida
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Pérdida de control de esfínteres (Enuresis y/o encopresis)
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Dolores crónicos generales
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Hipocondría o trastornos psicosomáticos
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Alteraciones del sueño y pesadillas recurrentes
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Problemas gastrointestinales crónicos
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Desorden alimentario
Conductuales
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Consumo de drogas y/ alcohol
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Conductas desafiantes y/o fugas
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Conductas auto lesivas o suicidas
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Hiperactividad
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Baja del rendimiento académico
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Intento de suicidio
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Consumo de drogas y alcohol
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Trastorno de identidad
Emocionales
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Miedo generalizado
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Agresividad y/o irritabilidad constante
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Culpa
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Vergüenza
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Aislamiento
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Ansiedad
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Depresión
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Baja autoestima
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Rechazo al propio cuerpo
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Depresión
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Ansiedad
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Baja autoestima
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Dificultad para expresar sentimientos
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Aplanamiento emocional
Sociales
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Déficit en habilidades sociales
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Retraimiento social
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Conductas antisociales
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Problemas de relación interpersonal
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Aislamiento
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Dificultades de vinculación afectiva con familia cercana
Sexuales
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Conocimiento sexual precoz e impropio a su edad,
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Masturbación compulsiva
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Exhibicionismo y/o hipersexualización
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Problemas de identidad sexual
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Fobias sexuales,
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Disfunciones sexuales,
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Falta de satisfacción o incapacidad para el orgasmo
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Alteraciones de la motivación sexual,
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Dificultad para establecer relaciones sexuales.
(Fuente: Save The Children)
No obstante estos son los efectos más comunes, existen muchos otros. Sin embargo no es al azar que los efectos del abuso puedan ser tan variados y ampliarse a tantas áreas de nuestro ser, siendo el cuerpo del sobreviviente quien inicialmente sufre el abuso y el que contiene, por así decirlo, a todas esas áreas.
Opciones de terapeuta
Si bien cuando se realiza terapia a niños y niñas – hasta los 10 años, más o menos- , existe una serie de recursos lúdicos, entendidos como terapia de juego que ayudan a elaborar la situación traumática, estos recursos no son tan útiles cuando abordamos la situación con adultos o adolecentes, centrándose el espacio terapéutico en el uso de metodologías narrativas; las que muchas veces desalientan a los sobrevivientes pues requieren necesariamente repasar las situaciones de abuso, verbalizarlas, exponerlas, haciéndolos sentir nuevamente vulnerables, incluso muchas veces incapaces de lograrlo abandonando las terapias.
Sin embargo existe una variante, una luz: expertos en el abordaje de ésta temática –entre ellos Vinka Jackson, psicóloga chilena, terapeuta y sobreviviente- señalan la existencia múltiples beneficios al combinar terapia tradicional con la práctica de actividades que den énfasis a la corporalidad, ejerciéndose una acción sinérgica entre ambas actividades, permitiendo abordar y fortalecer la dimensión corporal del sobreviviente de abuso sexual infantil, viéndose mejoras especialmente en la sintomatología emocional y conductual presentada, en el trabajo sobre fenómenos disociativos, en la recuperación del sentido de propiedad y conexión consigo mismo. Al respecto existen variados estudios en torno especialmente a la disciplina del Ballet y como ésta contribuye a sanación de los sobrevivientes.
Lo que sucede en el cuerpo: primeros antecedentes
El cuerpo es nuestro primer hogar, nuestro vehículo para vincularnos con el medio en que vivimos y con nuestros semejantes, alberga las estructuras que nos permiten estar con vida, que nos permiten pensar y ser quien somos, alberga también nuestro espíritu. Nos permite comprender el mundo externo, el macrocosmos y también tener conciencia de nosotros y nuestro interior, el microcosmos, a través de él respiramos y nos alimentamos, creamos, crecemos, vivimos. Y por ello requiere de nuestra atención y cuidado, y cuando somos niños de la atención y cuidado de nuestros padres y protectores.
También es el cuerpo, el lienzo que sufre más directamente la vulneración, donde se experimenta el abuso, quedando en él su registro físico y memoria. Previo a cualquier intelectualización o compresión de qué sucede, es el cuerpo del sobreviviente el que recibe la violencia y el primero en registrarla, sin embargo poco se habla de él en la bibliografía especializada.
Muchas veces a pesar de lo callado, de la evasión que hace el sobreviviente de lo vivido, aceptado o no, develado o no, el cuerpo habla sobre el abuso, es la primera voz que reclama atención y preocupación de otros, que grita el daño sufrido, a veces se expresa en dolores inexplicables, tensión y rigidez frente a ciertas personas o ciertos lugares, dificultades para conciliar el descanso, reacciones o conductas involuntarias una “biología tensionada” que a veces es detectada… Y en otras por lastima es domesticada, adaptada y ocultada tras un velo de naturalización del círculo más cercano al sobreviviente.
Es desde esa concepción holista del sobreviviente, haciendo presente que el abuso no es un recuerdo en la psiquis quien lo vivió, sino una herida indeleble en el cuerpo y luego en la mente y alma del sobreviviente, que incluso la palabra “reparación” (tan usada por SENAME y por el Ministerio Público) pierde sentido y lo recobra la palabra sanación, haciendo alusión a la máxima instalada por sabios orientales quienes señalan que el ser tiene en su interior la capacidad de curarse, que la vida es superior a la enfermedad, y que la enfermedad nos lleva inexorablemente a la muerte, la vida se agita dentro de nosotros.
En la misma línea es posible explicar el trauma como un evento de tanta fuerza que genera una escisión en los diferentes ámbitos del Ser, generando desconexiones entre lo que siente, lo que piensa, lo que recuerda, lo que hace, a veces se genera un exceso de control en algunas áreas o una constante impulsividad incontrolable en otras.
De forma opuesta, el proceso de sanación debe estar centrado en la integración: integración del evento traumático, del abuso en la biografía, integración de las distintas dimensiones del sobreviviente, es por ello que, como señala Vinka Jackson “la sensatez debería ser suficiente, para proponer que cualquier esfuerzo de sanación en materia de abuso sexual, debería contemplar irrecusablemente la dimensión del cuerpo”.
La práctica de Pilates Integral como recurso terapéutico complementario tendría resultados positivos en la “recuperación del sentido de propiedad y conexión consigo mismo, de familiaridad y eficacia con el propio cuerpo, mejora de la autoestima, una forma de re aprender y redefinir limites, recobrando el sentido de la confianza en si mismo y de integridad”.
El cuerpo, objeto de daño y de vulnerabilidad controlado por otros, vuelve a pertenecer a su dueño, quien encuentra en él fortaleza, equilibrio y control, re-conociéndolo, logrando salud y un mejor bienestar.
BENEFICIOS DE PILATES INTEGRAL, APLICACIÓN DEL MÉTODO
Como ya se ha mencionado, se recomienda a los sobrevivientes de abuso sexual infantil complementar la terapia tradicional con actividades que tengan énfasis en su corporalidad, buscando con ello el abordaje del sentir y lo no dicho, las sensaciones que muchas veces escapan y son indescifrables en la comunicación existente entre el sobreviviente y su terapeuta.
Es por ello, que a continuación se describen beneficios específicos que determinados ámbitos de la Pilates Integral pueden potenciar en la terapia tradicional y en el proceso de sanación del sobreviviente:
CONTROL CORPORAL:
La progresiva ampliación del control sobre los movimientos de los distintos segmentos del nuestro cuerpo, en tanto se descubren nuevos ritmos, formas y direcciones de realizarlos, así como el uso del centro y como este da inicio a cada movimiento, permitiría recobrar el control sobre cuerpo perdido posterior al abuso, esto en sentido literal, es decir volver a controlar el cuerpo el que a raíz de la tensión y el miedo limita su radio de actividad. También en el ámbito subjetivo, un sobreviviente durante el abuso fue desalojado de su cuerpo, para que este otro hiciera uso de éste, retomar el control permitirá al sobreviviente recobrar la soberanía sobre los distintos segmentos de su cuerpo, re-ocupando logares prohibidos o deshabitados.
CONCIENCIA CORPORAL:
Relacionada con el punto anterior, la conciencia corporal corresponde al sentido interno de proporción, movimiento y reconocimiento de nuestro cuerpo, es poder recorrer cada parte de él con nuestra mente a voluntad; y aunque suena fácil, la cotidianidad y la vida centrada en el exterior nos han hecho perder esta capacidad. Su desarrollo y ampliación, al igual que en el punto anterior permitirá al sobreviviente ampliar la soberanía sobre su cuerpo, habitarlo por completo.Tener una amplia conciencia corporal no solo impactara positivamente en el cuerpo, su postura y alineación, permitirá reconocer lo placentero y lo doloroso, vincular nuestro mundo emocional y mental al cuerpo reconociendo su propio lenguaje, permitiendo un mejor conocimiento de nosotros mismos, el que mediará para volver amarnos, deshacerse de los sentimientos de culpa y abrirnos al mundo.
FUERZA Y TONIFICACIÓN:
El desarrollo de fuerza y la tonificación en los distintos segmentos del cuerpo favorecerá el desarrollo de una autoimagen y autoconcepto positivos en los sobrevivientes revirtiendo la baja autoestima que generalmente manifiestan. El progresivo aumento de la fuerza permitirá revertir la disminución personal, los sentimientos de inferioridad y vulnerabilidad, el cuerpo estigmatizado se vuelve agente de belleza y fortaleza para enfrentar el mundo.
RELAJACIÓN:
El uso estrategias para lograr la relajación física y mental durante la práctica de Pilates Integral, así como el uso de técnicas de stertching, feldenkrais o masajes entre otras que ayudan a liberar tensiones, puede aportar significativamente a la mejora de trastornos del sueño (terrores nocturnos recurrentes, dificultad en su conciliación, etc), cuadros de irritabilidad explosivos, repercutiendo positivamente en los hábitos y el equilibrio emocional del sobreviviente, con especial impacto los trastornos de ánimo y conductuales.
CONTROL MENTAL:
Entendido como la capacidad de mantener la mente activa y presente para realizar una práctica correcta, estar en el aquí y el ahora. Esta capacidad al entrenarse puede repercutir positivamente en el ámbito mental favoreciendo la regulación de “flash backs” o saltos en la memoria, cuando el sobreviviente no los logra controlar. También podría impactar positivamente en la hiperactividad que presentan los sobrevivientes adolescentes y pre adolescentes favoreciendo su concentración y atención.
Respiración Profunda y Controlada: el control de la respiración utilizado en el método Pilates, así como la utilización de técnicas de respiración profunda, pranayamas y alba emoting con distintos objetivos (energizar, calmar, equilibrar) proporcionarán a los sobrevivientes herramientas prácticas para equilibrar y moderar su emocionalidad permitiendo su reconocimiento y adecuación al enfrentar a situaciones importantes por ejemplo frente a una audiencia o pericia judicial, o cuando su estado de ánimo les impide desarrollar todas sus actividades normales por cuadros depresivos cíclicos, por nombrar algunos ejemplos.
POSTURA:
La mejora progresiva en la postura, entendida como la mejor alineación de los distintos segmentos que permitan una mayor economía del esfuerzo y un mejor uso de la energía, contribuirá en la mejora de dolores posturales y psicosomáticos. Por otra parte muchos sobrevivientes se caracterizan por mantener una postura encorvada en la parte dorsal, tensión en los hombros, condición que proyecta temor y retraimiento; una postura más erguida y relajada proyectara de forma no verbal mayor seguridad en si mismo, mayor accesibilidad.
AUTOMASAJE Y CHUA KÁ:
El uso de auto masaje durante la práctica de Pilates Integral, proporcionara al sobreviviente un momento de re-conexión con su cuerpo, reabrirse al tacto y el descubrimiento de sensaciones placenteras y displacenteras, permitiendo redescubrir a nivel físico ritmos y umbrales propios. En la misma línea el uso del masaje chua-ka es favorable también por su trasfondo teórico, es decir, el abordaje de los miedos y la purificación del cuerpo, entendiendo que la experiencia del abuso, evidentemente deja en el cuerpo anclados temores que requieren ser eliminados.
ANTIGIMNASIA:
Tiene especial importancia puesto que exalta el reconocimiento del ritmo propio de cada cuerpo, la no comparación y la belleza como salud y bienestar. Si bien sus ejercicios proporcionan beneficios antes mencionados contribuyendo a la relajación, conciencia corporal y control corporal por nombrar algunos aspectos; sus fundamentos al ser trasmitidos durante la práctica proporcionan una guía para el sobreviviente para recorrer el camino de la sanación a su propio ritmo, escuchándose, abrazándose logrando con ello celebrar la vida.
RECOMENDACIONES:
A continuación se realiza una serie de recomendaciones específicas para uso de sobrevivientes de abuso sexual infantil que se encuentran en terapia, y que, más allá de los beneficio de la práctica de Pilates Integral en general, pueden utilizar para mejorar su vida diaria y frente a algunos desafíos que se presentan en el camino para celebrar la vida:
Cuándo y cómo usarlo
Practica regular de Pilates Integral
Recomendada para todos los sobrevivientes a partir de los 12 años de edad.
Step Out
Respiración de reseteo emocional del método alba emoting, ayudara al iniciar y finalizar cada sesión con el terapeuta, desanclándonos de las emociones vividas o recordadas.
Practicar meditación y Reiki
Se recomienda realizarla diariamente. Ayudará a ampliar el control mental y activar el poder de auto curación existente en nuestro Ser.
Respiración Profunda y Pranayamas
Ayudará a eliminar impurezas de nuestro cuerpo y calmar nuestras emociones ayudándonos a pensar claramente. También ayudará a energizar cuando elánimo nos impida realizar adecuadamente nuestras actividades o sentimos que no tenemos la fuerza suficiente.
Aplicación de Cerrojos
Practica especialmente beneficiosa para sobrevivientes que sufren alguna dificultad en el ámbito sexual, ayudara a renovar la energía en la zona pélvica y reconocer y aumentar el control de la musculatura pélvica.
Reconocimiento patrones emocionales efectores (principalmente respiratorios y faciales)
Permitirá reconocer que emoción siente el sobreviviente frente a determinadas personas o eventos. Proporcionará un mejor conocimiento de si mismo, y una mejor expresión de las emociones, contribuyendo a la disminución de la ansiedad.
Respiración del letrado
Utilizarla diariamente antes de irse a dormir, para conciliar y tener buen sueño el sueño. Aplicarla previo a audiencias o declaraciones judiciales, para otorgar calma.
CONCLUSIONES
Pilates Integral constituye un recurso significativo como complemento a una terapia de abuso sexual infantil, principalmente por su comprensión holística del Ser, la cual no es meramente teórica, sino que a través del uso de distintas técnicas y estrategias se pueden evidenciando, cada vez más claramente por parte de quien la práctica, la integración movimiento-pensamiento- emoción.
Además el Pilates Integral proporciona una disciplina beneficiosa en todo aspecto, puede ser practicada por personas de cualquier condición física sin mayores contraindicaciones, contribuyendo significativamente a la disminución de la sintomatología presentada por los sobrevivientes en las diferentes áreas de su vida como trastornos del sueño y del ánimo, solo por nombrar algunos.
También es relevante, considerar la posibilidad de encontrar una actividad que valide y de importancia el propio ritmo de los participante. Esta condición, escasa en otras disciplinas corporales establece un contexto de empatía que permitiría a los sobrevivientes participantes desarrollar fortalezas, que a veces resultan desconocidas, mientras vivimos centrados en los externo y evidente. Ese sentido Pilates Integral es muy similar a lo que busca la terapia tradicional, activar los recursos resilientes de los sobrevivientes que permiten sobreponerse, a pesar del daño sufrido.
Durante el camino recorrido en el instructorado no deja de sorprenderme el bienestar que proporcionan pequeños movimientos, la presión con una pelota o una banda, una tensión voluntaria… Puedo imaginar cómo se sorprendería un sobreviviente al volver a sentir que habita su cuerpo, accediendo a lugares que a veces son olvidados por completo posterior al abuso.
Sin duda, si debiésemos resumir la experiencia que proporciona la Pilates Integral con todos sus beneficios consistiría en la re-unión del Cuerpo, La Mente, y el Espíritu durante una hora, en una serie de ritmos fluidos, inspiraciones y espiraciones.
Creo que se parece mucho a lo que se espera, cuando los expertos hablan de celebrar la vida en un sobreviviente: volver a reunir un cuerpo, el del aquí y ahora; con el espíritu de ese niño vulnerado, con la mente de ese adolescente irritado o tímido; volver a Ser Uno para abrazar con todas las energías e intenciones lo que la vida ofrece.
Autora: Javiera Palma
(Instructora de Pilates Integral formada en Centro Huara.)